Cuando en diciembre de 2014 nos llamaron y nos propusieron colaborar para el desarrollo de la app de Stradivarius para Inditex se nos abrieron bien los ojos. Ya entonces intuíamos urgencia en las entregas, necesidad de tener una buena cintura y alto nivel de exigencia. El caso es que ninguna de las tres suposiciones nos molestaba. Al final fue todo tal cual lo imaginábamos pero en dosis mayores. Entrar a formar parte de un equipo de desarrollo ya en marcha no era sencillo. Acoplarse al lenguaje, a la metodología, a las exigencias y a los plazos obligaba a un sobreesfuerzo. Pero la experiencia era impagable. Fueron muchísimas horas de desarrollo. Casi 6 meses volcados con el módulo de productos de la app. Al final nos queda el orgullo de haber dejado nuestra huella en un proyecto con tan alto nivel de exigencia y con la proyección que sólo Inditex es capaz de dar a las apps de venta.